martes, 12 de julio de 2011

1- Comenzamos...

No sé por dónde empezar porque, si lo llego a saber, hubiera abierto este blog cuando comenzaron los hechos en sí pero ¿quién se iba a imaginar?. Ahora llegados a este punto, necesito expresar todo lo que llevo dentro y desahogarme porque como indica la cabecera "estas son las cosas que no se le pueden contar a los demás".
 Hay momentos en los que me pregunto si realmente está  pasando todo esto de verdad en nuestras vidas y, por contraposición, si no será que le estamos dando demasiada importancia o ¿tal vez es para dársela?. Pues sí, esas tenemos. Hay un día en que te sientes off y es cuando tomas conciencia plenamente y pides fuerzas para poder soportar todo porque, aunque algunas son cosas pequeñitas, ya hay un buen cúmulo que ha ido colmando.

Si pienso que hay gente con enfermedades graves me siento culpable por sentirme mal por nuestras situaciones pero la realidad es que todos tenemos una capacidad de aguante (física y mental) y aunque no nos demos cuenta ésta existe y tiene un límite que al ser sobrepasado por la presión puede llegar a ser peligroso para la salud.
A todos nos pasa que si un día ocurre un hecho concreto lo tomamos como algo esporádico pero cuando se une uno y otro y otro y otro...ufff...hemos perdido la cuenta...ya nos detenemos a ver qué está pasando.
Aún así confiamos en que un día las cosas serán diferentes para nosotros pero es inevitable que, con el paso del tiempo, esa idea de "confianza" se convierta en todo lo contrario. Somos una familia con creencias cristianas pero la fe, a estas alturas, también nos está fallando.

Cada día vivo así, al día, y trato de hacer una jornada lo más amena posible, disfrutando con mi pitufina que es una niñita muy feliz, muy risueña e inteligente. Ella es nuestra prioridad y su felicidad y bienestar prevalece por encima de cualquier cosa que nos esté sucediendo. Ella se merece todo el amor que le ofrecemos, libre de temores, preocupaciones e inestabilidad. Ella me da más vida de la que imagino.
Nunca me consideré una persona pesimista aunque sí haya tenido bastantes dificultades en mi vida. Trato de buscar soluciones o recursos pero no siempre encuentro lo que es mejor para continuar y en estos momentos, la vida se me ha puesto bastante complicada pero en un pequeño rinconcito de mí sigo soñando con ese día en el que pueda mirar atrás y ver la evolución, sentirme orgullosa de adónde fui capaz de llegar a pesar de las "bofetadas".
Al día de hoy y tomándonos estas situaciones con más humor del que parece, hemos llegado a pensar que nos han "encantado", aunque nunca hemos creido en las supersticiones ¿o si? ¿las creencias religiosas cuentan? creo que con la que tenemos tampoco es tiempo de plantearse preguntas trascendentales.


Vendrán momentos mejores, siempre con el amor que nos tenemos y con el mayor regalo, nuestra pitufina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario